viernes, 22 de octubre de 2010

S.O.S. JUVENTUD EN PELIGRO

Por Enrique Cortés,

Desde hace ya demasiado tiempo y en especial en esta mi tierra, ando empapándome de  litigios y corruptelas por doquier: un día me levanto y me cuentan que han limpiado a las ONGs para comprarse pisos, otro día que si gracias a su Santidad algunos se han cubierto la jubilación, al siguiente le toca el turno a algún concejal o alcalde el cual sin querer y gracias a un plan parcial se ha endosado algunos miles de euros que total nadie los iba a tomar en falta. Mientras tanto los suyos los protegen, los aplauden y los vitorean con el eslogan: “los malos son los otros”.
Por otro lado y también en esta tierra mía la cultura se tiene que frenar porque no hay dinero para ella y el fracaso escolar aumenta a la carrera.
Se está transmitiendo a la sociedad civil un mensaje de dinero fácil y frecuentemente, de impunidad ante los casos de corrupción. No sólo por la posible resolución de los temas pendientes sino también por los que han pasado al olvido.
La estrategia es sencilla para los profesionales en la materia: primero intentar anular el procedimiento para luego retrasarlo interminablemente; mientras los imputados siguen en sus cargos, por supuesto cobrando y manteniendo sus privilegios con el poder, siendo este el mejor de los púlpitos para su defensa.
Simplemente lo que yo propongo es no permitir que esta pedagogía del éxito se instaure en nuestra juventud.
Los réditos fáciles del dinero no les pueden hacer ignorar los valores del trabajo y del esfuerzo, de la ética en la función pública y en los negocios.
El todo vale nos lleva irremediablemente a una sociedad perversa de la cual se sale mal y tarde, precisamente por lo que tiene de gozosa.
La única salida que nos queda, en cuanto a una buena educación hacia nuestros jóvenes, es demostrarles que   ese no es el camino, debemos darles el mensaje contrario: todo no vale, la ética y los valores están por encima del poder corrupto, que el que se salta los límites debe pagar por ello y que además es muy peligroso ir saltándoselos.
En estos momentos tal vez sea complicado descifrar que papá es el mejor, creo que no hay buenos papás, pero no es tan complicado saber en qué parte escampan los corruptos, y por nuestros jóvenes y por una sociedad sana debemos decirles que así no.
No podemos decirles: estos son los malos pero no importa. Salvemos a la educación. Salvemos a nuestros jóvenes.


1 comentario:

  1. Como canta el amigo Jorge Drexler : “Nada se pierde, todo se transforma” o aquello de “Cada uno da lo que recibe, luego recibe lo que da”.
    Hijos bien educados, amados y concienciados con el mundo y sus gentes, se transformarán a su vez en adultos que sabrán hallar la manera de devolver lo bueno que recibieron.
    Por ahí van los tiros y no de escopeta, el cambio se produce de uno en uno, no de miles en miles y cada granito de arena, forma parte de la montaña, o algo asín.
    Entiendo que tiene que ser muy difícil hacerles ver la diferencia entre lo que está bien y lo que está mal con lo que están “mamando” por todos los lados y en todo momento : corrupción, dinero fácil, cero esfuerzo, mangoneo constante y falta de consenso para intentar entre todos abrir puertas hacia un mundo mejor, un mundo en el que las diferencias sociales y económicas no sean tan notables y que el respeto prime sobre la grosería y el despropósito.
    Animo valientes, me refiero a vosotros, PADRES, si PADRES CON MAJUSCULA Y EN NEGRITA, que tenéis todo mi respeto al decidir serlo, “con la que está cayendo”.
    Un beso
    MARIA JOSE FERRER

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